Estoy ansioso por enseñar a los chicos mis senderos de Friburgo, donde pasar de un buen café a unos senderos fantásticos es muy fácil. Un rápido pedaleo nos lleva a nuestro primer sendero del día: “Baden to the Bone”. Se trata de un auténtico trallazo, con curvas que estrujan los neumáticos y un flow épico que nos hace subir la adrenalina.

A continuación, presentamos a Ludo “Borderline”. Una auténtica mezcla de terreno rocoso, bermas superrápidas y todo tipo de saltos imaginables. Sé que le encantará. A juzgar por las risas que oigo detrás de mí a mitad de camino, no me cabe duda de que Ludo y su Yum-Gum 4060 recién salida de la caja se lo están pasando en grande.

Aunque estamos muy animados, nuestra energía empieza a decaer. Decidimos cargar pilas con unos deliciosos kebabs que nos traen a los senderos. Tras un merecido descanso, visitamos algunos de los lugares favoritos de la zona. Jugamos hasta el anochecer y volvemos a la ciudad para disfrutar de una tarde de merecidas cervezas alemanas. Hidratarse es importante, chicos.

A la mañana siguiente, un café blanco y una excursión a la pintoresca Selva Negra. A pesar del nombre, el bosque es luminoso, soleado y los colores otoñales son realmente impresionantes. Nuestro destino del día es “Schädelwäg”, un sendero que encarna todo lo bueno de esta parte de Alemania. Es muy variado, con un flow asombroso y un desnivel igualmente impresionante. El lugar perfecto para terminar nuestra primera parte del viaje.

Después de dos días machacando senderos, Ludo está agotado, pero no hay descanso para los cansados. La eficiencia alemana nos pide que recojamos la furgoneta y nos dirijamos directamente a la siguiente parte de nuestro viaje. ¿Destino? Francia, donde nos reuniremos con nuestro buen amigo Thomas Del Gatto, alias The Racoon. Me tomo un último café antes de salir y Ludo intenta dormir un poco.

Próxima parada: ¡los Vosgos!

Si quieres vivir tu propia aventura, visita el sitio web de Mountainbike Freiburg e.V. (www.mountainbike-freiburg.com). ¡Feliz viaje!