MANTENIMIENTO DIARIO DE LA BICICLETA

Todos conocemos esa sensación: ¡salir a montar es lo mejor! Pero en medio de toda esa diversión, a veces es fácil olvidarse de algunas tareas sencillas de mantenimiento que hacen que tu próxima salida sea tan impresionante como la anterior.

Como no todos podemos tener a Bastien como nuestro mecánico en casa (parece que está ocupado), le pedimos que nos explicara qué debemos hacer antes y después de cada salida. ¡Gracias, Bastien!

MANTENIMIENTO PREVIO A LA SALIDA

Bastien siempre dice: “Más vale prevenir que curar”.

Así que, antes de salir a divertirte por los senderos, siempre merece la pena revisar la bicicleta. Incluso si ya lo has hecho después de tu última salida. Solo para estar seguros.

• Echa un vistazo rápido a toda la bicicleta. Asegúrate de que todo esté donde debe estar y de que nada se haya doblado.

• Asegúrate de que los ejes de las ruedas estén correctamente montados y de que los tornillos de la maneta de freno, el cambio, la potencia y la tija del sillín estén bien apretados.

• Comprueba la presión de los neumáticos. Simplemente apretándolos puedes saber si la presión es más o menos correcta, pero lo mejor es utilizar un manómetro específico para obtener precisión y consistencia.

• Pon a prueba el rebote de la suspensión. Sal a la carretera y comprime la suspensión un par de veces para asegurarte de que todo está funcionando como debería. De paso, comprueba que la tija telescópica baje y se extienda correctamente.

• Si utilizas una bicicleta eléctrica, asegúrate de que la batería esté completamente cargada, de que no aparecen mensajes de error en la pantalla y de que el motor funcione.

Y ahora, ¡a pedalear!

Hasta luego.


MANTENIMIENTO POSTERIOR A LA SALIDA

Por muy tentador que resulte llevar la bicicleta al cobertizo y después relajarse con una bebida fría para disfrutar de la felicidad posterior a la salida, primero hay que darle un poco de cariño a la bicicleta.

• Dependiendo del tiempo que haga, limpia la bicicleta con un paño o una manguera. Utiliza un producto de limpieza específico para bicicletas y presta especial atención a la transmisión. No olvides lubricar la cadena.

• Limpia la suspensión y la tija telescópica, y asegúrate de que no haya suciedad en las juntas exteriores.

• Las hadas de las bicicletas no existen. Si algo no ha funcionado bien durante la salida, no guardes la bicicleta y esperes que se arregle por arte de magia la próxima vez que salgas a dar una vuelta. En lugar de eso, echa un vistazo mientras aún recuerdes qué es lo que no terminaba de funcionar del todo bien.

• Comprueba si la bicicleta presenta algún problema evidente: ¿Las ruedas siguen bien? ¿Los neumáticos aún están inflados? ¿Los cambios y los frenos funcionan bien?

• ¿Y sabes qué? Incluso los profesionales se caen a veces. Si te ha pasado, tómate tu tiempo para asegurarte de que no se haya doblado nada. ¿Está el manillar alineado con la rueda delantera? ¿Las manetas de freno están donde deberían estar? ¿Tienes el sillín recto? ¿Estás cómodo?

• Asegúrate de que todos los tornillos estén bien apretados, pero no los aprietes demasiado. Una llave dinamométrica te ayudará.

• ¿Usaste algo de tu caja de almacenamiento de la bici? Reemplázalo antes de que se te olvide y te quedes tirado en el camino.

• ¿Tienes una bicicleta eléctrica o utilizas componentes SRAM AXS? Carga las baterías. De lo contrario, tu próxima salida podría ser más corta de lo previsto.

¿Ya está?

Sí, puedes guardar tu bicicleta bajo llave sabiendo que está lista para volver a salir cuando quieras. Ahora tómate esa bebida fría de la nevera.