BUSCADORES DE REFUGIOS

Dominique Müller, Coordinadora de Marketing de SCOR y apasionada de la montaña, siempre está en busca de aventuras. Así que, junto con dos amigos, ideó un plan para pasar el mayor tiempo posible en algunos de los lugares más bonitos que se puedan imaginar.




A veces es bueno lanzarse a una gran ruta. Sí, a lo grande. Una que solo puede significar una cosa: aventura.

Por toda Suiza hay refugios de montaña. El Oberengadin Hut Tour conecta varios de ellos en un recorrido en bicicleta de montaña que ofrece emociones y vistas durante el día y un paraje único para descansar por la noche. Sin duda, la forma perfecta de saciar esa sed de grandes rutas.

Me reúno con Max Draeger y Patrick Güller en Celerina, cerca de St. Moritz. Llevo mi 4060 ST y un montón de gominolas Haribo. ¿Qué más necesito?



El primer día es húmedo y misterioso. La niebla se adhiere a las laderas de las montañas y las nubes de lluvia cubren las cimas, lo que les da cierto encanto. Pero el encanto es húmedo. Muy húmedo. Llegamos al primer refugio de Alp Grüm empapados hasta los huesos. Aun así, hemos comenzado nuestra aventura, los ánimos están caldeados y somos optimistas de que el resto del viaje será más soleado.

Como nos apasiona la fotografía, salimos antes del amanecer para captar la hermosa luz de primera hora de la mañana sobre el espectacular paisaje. El largo descenso hacia Poschiavo es perfecto tanto para las fotos como para pasarlo en grande. Los senderos hacia el valle son rápidos y, si el chocolate caliente del desayuno no nos había despertado, ¡sin duda lo hizo la adrenalina!

Cruzamos varias veces las históricas vías del Räthische Bahn, asegurándonos de no toparnos con uno de los emblemáticos trenes rojos que cruzan Suiza. Para la siguiente etapa de nuestro viaje, subimos al autobús y nos dirigimos a Ospizio Bernina.



Es en este punto donde tenemos que empezar a recuperar la altitud perdida por la mañana. Con unas vistas panorámicas magníficas y una compañía aún mejor, no hay motivo para quejarse mientras subimos hacia la frontera italiana y Livigno.

Después de reponer fuerzas con una deliciosa pasta en Bella Italia, nos dirigimos al Chaschaunapass. Nos espera una (infernalmente) empinada y agotadora carretera de gravel hasta la cima de esta impresionante montaña. Pero el esfuerzo merece la pena. El paisaje que se extiende ante nosotros tiene un aspecto casi lunar. La luz de la tarde lo hace aún más asombroso. Disfrutamos de la escena un momento antes de buscar a toda prisa nuestras cámaras…

Llegamos a la cabaña de Varusch al anochecer. Con el estómago gruñendo, disfrutamos de una buena comida. Además, al no haber electricidad, y mucho menos wifi, sentimos que podemos desconectar de verdad de la vida cotidiana.



El tercer día recorremos increíbles lagos de montaña de color turquesa. Los senderos rocosos y técnicos ponen a prueba nuestra concentración y habilidad, mientras que los tramos que afrontamos a gran velocidad nos ponen de buen humor. Sonreímos de oreja a oreja durante todo el tiempo.

El día pasa volando y llegamos a la ciudad de Bergün a primera hora de la tarde. Pero todavía queda mucha distancia por recorrer. Nos llevan en una lanzadera hasta el Albulapass, antes de subir los últimos 400 metros hasta el refugio Chamanna d’Es-Cha.

Cuando llegamos, está repleto de gente de todas las nacionalidades que están encantados de estar juntos en este lugar impresionante. La comida es increíble y, con el ambiente de los refugios de esquí, hablamos hasta quedarnos dormidos.



Nos despertamos un poco melancólicos: se acerca el final del viaje. Aprovechamos al máximo el último descenso hasta Celerina, donde empezamos nuestra búsqueda de refugios.

Después de 166 kilómetros, 4.700 metros de desnivel positivo, 13 horas sobre el sillín e innumerables senderos alucinantes por algunos de los paisajes más excepcionales de Suiza, podemos afirmar con seguridad que hemos vivido una gran aventura en el hogar de los senderos, el cantón de los Grisones.


¿Te apetece hacer tu propia búsqueda de refugios? Echa un vistazo a este enlace para planificar tu particular aventura por las montañas suizas:


¿Qué bicicleta elegir para los grandes días en la montaña? La 4060 ST de Dominique es la compañera perfecta para recorrer los Alpes: