No hace falta ser un mago del taller como Bastien para mantener tu bicicleta en perfecto estado. De hecho, ni siquiera necesitas un taller. Cualquier lugar en el que dediques tiempo a tu bicicleta puede ser tu taller. Sí.

HERRAMIENTAS

La mayoría de los trabajos de taller son fáciles, si dispones de las herramientas adecuadas. Una multiherramienta puede ser perfecta para tu caja de almacenamiento en la bici, pero si quieres mejorar tus habilidades en el taller, empieza con estas herramientas esenciales:

BICICLETA LIMPIA

Es como tener una cita. Antes de ponerte manos a la obra con tu bicicleta, debes limpiarla a fondo. ¿La cocina es al mismo tiempo tu taller? Entonces esto es doblemente importante. Lavar la bicicleta ayuda a detectar problemas evidentes y facilita mucho el trabajo.

• Rocía la transmisión con un producto de limpieza específico para bicicletas. Utiliza un cepillo para llegar a las zonas de difícil acceso y eliminar la suciedad más incrustada.

• Continúa con el resto de la bicicleta. De nuevo, utiliza el limpiador específico para bicicletas y elimina la suciedad persistente con una esponja o un cepillo suave.

• Aclara la espuma y deja secar la bicicleta durante unos minutos. Hazla rebotar para ayudar a eliminar el agua y luego limpia cualquier exceso de líquido con un paño de microfibra.

• ¿Te preocupa lavar tu bicicleta eléctrica? No te asustes. Aquí te damos algunos consejos: https://www.scor-mtb.com/how-to-clean-my-e-bike

CADENA

Una cadena bien cuidada es el corazón y el alma de una transmisión con un buen funcionamiento. La limpieza periódica de la cadena merece la pena.

• Empieza con una cadena limpia y seca. Gira lentamente las bielas hacia atrás, aplicando lubricante en cada eslabón de la cadena. El tipo de lubricante que utilices depende de ti, pero cualquier cosa es mejor que nada. Sin embargo, no recomendamos el aceite de oliva.

• Elimina cualquier exceso de lubricante para evitar que la cadena acumule suciedad. Esto acaba atascando las rulinas y aumenta el desgaste.

• De paso, comprueba regularmente el desgaste de la cadena, el cassette y los platos. Si los dientes de tu plato empiezan a parecer enganchados, o como aletas de tiburón, es hora de cambiarlos. Lo más probable es que también tengas que cambiar la cadena y el cassette.

CAMBIOS

Los cambios que funcionan a la perfección son un placer, mientras que las marchas que saltan y crujen pueden arruinar una salida. Dedica unos minutos a ajustar la palanca de cambios y el desviador para alcanzar el nirvana del cambio. Ohmmm...

• Asegúrate de que puedes cambiar con facilidad, subiendo y bajando por todo el cassette. ¿Te saltan las marchas? Consulta el sitio web del fabricante para saber cómo ajustar la palanca de cambios o el mecanismo para que todo esté sincronizado.

• ¿Te cuesta cambiar? Probablemente ha llegado el momento de sustituir los cables. Coloca los nuevos cables correctamente, para que no rocen en tu reluciente cuadro SCOR.
Obviamente, esto no es aplicable al cambio inalámbrico SRAM AXS. Todo lo que tienes que hacer allí es asegurarte de que las baterías estén completamente cargadas y tu señal Bluetooth esté engrasada.*
*¡Es broma!

• Comprueba que el tornillo de la patilla del cambio esté bien apretado, ya que puede aflojarse con el tiempo y provocar fallos en el cambio.

• Una causa común de un cambio defectuoso es una patilla de cambio desalineada. Vista desde la parte trasera de la bicicleta, la patilla debe apuntar hacia abajo y estar alineada con los dientes del casete. Si está desalineada, coloca una patilla nueva.

• ¿Has golpeado accidentalmente el desviador durante una salida? Para y asegúrate de que la patilla esté recta. Una patilla doblada puede empujar el desviador contra los radios y causar todo tipo de daños ruidosos, caros y dolorosos para ti y para tu bicicleta. Si montas una SCOR 4060, hay una patilla de cambio de repuesto en la caja de almacenamiento de la bici. Práctico, ¿eh? Qué marca más cool.

FRENOS

Cuanto mejores sean tus frenos, más rápido podrás montar. Y la forma más rápida de ir más rápido es asegurándote de que tus frenos funcionan como deberían. Qué poético.

• Revisa los frenos. Comprueba que los latiguillos no estén dañados, doblados o cortados. ¿Hay fugas en las conexiones de los latiguillos, las pinzas (incluidos los pistones) y las manetas?

• Asegúrate de que las pastillas de freno aún tienen suficiente reserva. Las pastillas traseras tienden a desgastarse más rápidamente que las delanteras, a menos que tomes las curvas como Ludo May. Además, las condiciones húmedas pueden comerse las pastillas, por lo que hay que revisarlas más a menudo en invierno.

• Lo mismo ocurre con los discos. Comprueba si hay muescas o estrías evidentes en los discos y mide su grosor. Sustitúyelos cuando hayan alcanzado el límite especificado por el fabricante.

• Gira la rueda para comprobar que el disco gira centrado entre las pastillas. Si no es así, es posible que el disco esté doblado o deformado, o que haya que realinear la pinza de freno.

• El líquido de frenos se gasta con el tiempo. Conviene cambiarlo una vez al año. Utiliza el líquido de frenos adecuado. Los aceites DOT y minerales no son intercambiables.

• Si has cambiado el líquido de frenos, pero las manetas se sienten esponjosas o al apretar las palancas estas llegan hasta el manillar, tendrás que purgar los frenos para sacar el aire del sistema.

En la segunda parte de nuestro Taller 101, Bastien te muestra cómo cuidar las ruedas y por qué puede ser una buena idea poner a punto la suspensión. Además, acaba lleno de grasa...